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lunes, 1 de noviembre de 2010

EL TEMOR AL ÉXITO

En el post clásico el técnico de Cerro Porteño, Javier Torrente, en la conferencia de prensa se molestó con los periodistas (y muy especialmente conmigo) por realizarle consultas que cualquier fanático del club que dirige, o cualquier aficionado al fútbol le haría.

La pregunta fue: "Si hubo mucho respeto hacia Olimpia para no sacar hombres de la línea de contención y alimentar más el ataque, teniendo en cuenta la superioridad numérica en el campo de juego". El DT exaltado argumentó que de los cuatro defensores dos estaban amonestados, osea en capilla.

Me pregunto: ¿ Había necesidad de seguir "defendiendo" con cuatro defensores contra un solo delantero (Ferreira)?.

Torrente sacó a Iván Torres, el único que es capaz de desequilibrar por el carril izquierdo; ingresó en su lugar Dos Santos. Luego puso en cancha a Tacuarita Cardozo por Nanni, es decir, puesto por puesto. Con la salida de Torres Cerro perdió desborde por la izquierda, y Dos Santos solamente contó con el costado derecho para descargar, que siendo ya muy previsible facilitó la tarea defensiva del rival.
Con la salida de Nanni, Olimpia no tuvo absolutamente nada que replantear en defensa para proteger el empate con un hombre menos.

Era lógico que quedándose con un jugador menos en el minuto 34 del primer tiempo, Olimpia entrase a cuidar el empate todo el segundo lapso. Además, el obligado a ganar era Cerro y no el conjunto de Cubilla.

Para el inicio mismo de la etapa complementaria lo obvio era sacar un defensor: Creo que César Benítez (ya estaba con tarjeta amarilla y tiene menos juego aéreo que el Ganso Benítez, el otro amonestado). Allí hubiese pesado el ingreso de Julio Dos Santos, teniendo para juntarse con Torres y Núñez por los costados, y con Cáceres para los pases cortos. Pero con los desacertados cambios que hizo Torrente Julio no tuvo con quién descargar y terminó estorbándose con Cáceres en el medio.

A Nanni directamente no se porqué lo sacó. Tacuarita hubiese ingresado por Cáceres.

Y no estamos hablando de arriesgar absolutamente nada. Se iba a defender con más defensores contra menos delanteros: tres contra uno; y se iba a atacar con más delanteros contra menos defensores.

Cuando Cerro cayó ante Tacuary el entrenador adujo que Dos Santos no ingresó porque se necesitaba desborde, teniendo en cuenta que el adversario se cerró atrás. En ese partido llenó de carrileros su equipo y dejó el medio sin creación. Terminó perdiendo. Y si Tacuary estuvo cerrado, Olimpia estuvo re contra cerrado.

Evidentemente Torrente le tiene pánico al éxito y demostró una vez más su estirpe perdedora.

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